Existe en la actualidad
una cantidad enorme de información y recetas de vidrios cerámicos en internet.
Cabría preguntarse entonces: ¿Para qué molestarse en publicar un recetario de
vidrios cerámicos?
En
muchos de los casos, según mi experiencia de búsqueda en internet, he podido
comprobar que hay una suerte de consenso en cuanto a los ingredientes
utilizados en las recetas de vidrios cerámicos. Las fritas de la empresa FERRO,
por ejemplo, se encuentran disponibles a través de los proveedores en muchos
países del mundo y si no lo están, estos suelen contar con fritas equivalentes
de otras marcas que los mismos proveedores se encargan de ofrecer. Esto sucede
de manera similar con otros ingredientes comúnmente utilizados en la
formulación de vidrios cerámicos.
En
el Perú de hoy, los ceramistas no contamos con muchos de estos productos además
de otras carencias importantes no solo a nivel de proveedores sino también a
nivel de formación. No existe en el Perú la posibilidad de estudiar la
especialidad de cerámica en algún organismo oficial del estado o privado. Esto
es algo que no voy a calificar ni juzgar aquí porque no sabría por dónde
empezar ni acabar.
La
intención que tengo con este recetario
es la de contribuir con aquellas personas que quieren hacer sus propios vidrios
cerámicos. Las recetas de este manual se pueden tomar como puntos de partida y
modificarse según los deseos y conocimientos de cada uno de manera a que
contribuyan al sello personal de cada taller.
Las muestras han sido realizadas con la muy valiosa ayuda de Claudia Lam y de alumnos que, de forma voluntaria se han ofrecido a colaborar y a quienes agradezco.
Las muestras han sido realizadas con la muy valiosa ayuda de Claudia Lam y de alumnos que, de forma voluntaria se han ofrecido a colaborar y a quienes agradezco.
Todos
los vidrios cerámicos publicados en este blog se quemaron en horno eléctrico.
Esto no quiere decir que no puedan quemarse en un horno de combustible fósil o
de leña pero teniendo en cuenta los efectos que la reducción y oxidación tienen
sobre los vidrios cerámicos, los resultados finales pueden ser similares,
diferentes o drásticamente diferentes. Algunos serán decepcionantes y otros,
mucho más interesantes y enriquecedores también. La reducción puede afectar de
manera significativa el color de ciertos óxidos. La temperatura de fusión también
se verá afectada por la reducción sobre todo en los vidrios que tengan un alto
contenido de óxido de hierro. En tal caso recomendamos proteger las planchas
del horno sobre las que se quemarán las pruebas.
Los
vidrios cerámicos no se ven afectados únicamente por el tipo de quema a la que
son sometidos. El resultado final del vidrio cerámico está también relacionado
con el tipo de pasta sobre el que se aplica, el grosor aplicado y la velocidad de subida y bajada de la
temperatura. La pasta 6018 de COMACSA, por ejemplo, tiene un componente de
hierro importante que al fundirse durante la quema se mezcla con el vidrio
influyendo en su color final y de manera
mucho más significativa en una quema de
reducción.
Los
sistemas de quema con rampas son cada vez más sofisticados a medida que la
tecnología avanza y la homogeneidad de temperatura en los hornos también.
Los
hornos eléctricos son actualmente igual de eficientes que los hornos a gas y el
costo del combustible depende del precio de la tarifa de cada uno en cada
lugar.
Por
otra parte la tendencia al ahorro de combustible por razones de costos y
conciencia del medio ambiente es cada vez mayor. Por esa razón hay mucha
investigación realizándose en vidrios y pastas en el ámbito de las altas
temperaturas con la finalidad de obtener productos similares en rangos mucho
menores de temperatura. Hace 20 años era impensable trabajar con una pasta de
porcelana traslúcida de 1050°C.
La
temperatura de quema para las pruebas fue de 1240 grados centígrados es decir,
entre el cono 6 y 7 (Orton). Estando en el rango de la alta temperatura, esta
es una temperatura media de cocción en la que se pueden obtener muy buenos
resultados al mismo tiempo que se reduce el consumo de energía y el deterioro
paulatino de los ladrillos y resistencias del horno.
Todos
los ingredientes utilizados están a disposición en el mercado local y para tal
efecto proporcionaremos una lista de proveedores en donde se pueden conseguir.
En el caso de las recetas con ceniza de madera el resultado dependerá del tipo
de ceniza que se haya recopilado. En ese sentido nuestra recomendación es la de
juntar una buena cantidad de ceniza para disponer del mismo ingrediente cada
vez durante un buen tiempo. Se puede juntar una cantidad considerable de ceniza en poco tiempo a través de restaurantes
que usan leña o carbón como combustible sin necesidad de quemar madera.
El
listado de vidrios consta de tres partes:
-
La receta
-
La fórmula
unitaria de la receta más la pérdida por calcinación, la ratio de
Sílice/Alúmina y el coeficiente de expansión.
-
Una foto de una
prueba con el vidrio y dado el caso, algún comentario necesario.
En las fotos se podrá apreciar que en la parte superior de las pruebas el vidrio es más grueso que en la parte inferior. Las pruebas se realizaron por inmersión. una primera capa hasta la parte inferior de la prueba y una segunda capa hasta la mitad.
En las fotos se podrá apreciar que en la parte superior de las pruebas el vidrio es más grueso que en la parte inferior. Las pruebas se realizaron por inmersión. una primera capa hasta la parte inferior de la prueba y una segunda capa hasta la mitad.
Ingredientes
solubles y pérdida por calcinación “P X C”.
Debido a la falta de fritas en el mercado local, hemos
optado por utilizar en algunas recetas ingredientes altamente solubles en agua como
el Ácido Bórico y el Bicarbonato de Sodio. El uso de
materiales solubles en agua puede presentar algunos problemas durante la quema debido
a la liberación de los gases que se producen pudiendo causar ampollas en los
vidrios. Para evitar esto se recomienda una quema lenta que permita la salida
paulatina y sin dificultad de los gases. Esta liberación de gases se mide a
través de la pérdida por calcinación: “P
X C”. A mayor cantidad de elementos solubles, mayor será la pérdida por
calcinación. Una P x C de entre 10 y
15 se puede considerar aceptable. Por encima de este nivel, si el vidrio
saliera de la quema ampollado una posible solución sería realizar una quema más
lenta con unos 15 minutos de mantenimiento de temperatura máxima antes de
apagar el horno. En las pruebas que hemos hecho no hemos tenido problemas de
ampollado.
Otro inconveniente en el uso de ingredientes solubles
es el almacenamiento de los vidrios si se preparan en una cantidad mayor a la
que se va a utilizar. Durante el almacenamiento, dependiendo del tiempo, el
agua se irá evaporando con una parte de los ingredientes que se han disuelto en
ella causando una variación de la fórmula inicial. Una solución a esto es calcular
aproximadamente la cantidad que se va a usar y prepararla en momento. El uso de
envases herméticos que eviten la evaporación durante un tiempo más o menos largo puede ser de ayuda.
De todas maneras hemos tratado de mantener al mínimo
posible las cantidades de ingredientes altamente solubles.
Ratio Sílice
– Alúmina
La ratio de sílice/alúmina nos indica cuántas moléculas
de sílice están presentes en la fórmula por una molécula de alúmina. Una ratio
de 5 quiere decir que hay 5 moléculas de sílice por 1 molécula de alúmina. La
proporción de Sílice/alúmina es lo que determina si el vidrio será brillante o
mate a determinada temperatura. El uso de vidrios mate por falta de fusión es
muy común aunque en el caso de objetos utilitarios se recomienda que los vidrios
mates lo sean por cristalización durante el enfriamiento y no por falta de
fusión.
En la información de la Ratio Sílice/Alúmina que
figura en las recetas se puede considerar que una ratio de 5 para abajo dará un
vidrio mate y de 7 – 8 para arriba será brillante. Esta información puede ser
muy útil para aquellos que se dedican a la fabricación de utilitario.
Coeficiente
de expansión COE
El coeficiente de expansión está determinado por el
grado de dilatación y contracción de un vidrio.
A mayor dilatación, mayor contracción. Cuando el grado
de contracción de un vidrio es bastante mayor que el de la pasta se produce el
craquelado. En la lectura de las recetas un coeficiente de expansión de 6 se
considera bajo y de 8 alto.
Según los trabajos realizados por John Hesselbert y
Ron Roy en su libro Mastering cone 6
glazes, los vidrios destinados a contener alimentos deberían contener como
mínimo un 2.5 de sílice por un 0.25 de alúmina para garantizar un vidrio
estable y duradero con respecto a los ácidos que puedan contener.